Boicot AEDE: la falsa sensación de elección

Uno de los fundamentos de Menéame es que, tras cada decisión, hay una comunidad de usuarios que ha decidido actuar por sí misma y de forma consensuada. El ejemplo más conocido lo podemos encontrar con el boicot a medios AEDE.
Para quien no lo conozca aún, el boicot a medios de la Asociación de Editores de Diarios Españoles consiste en no visitar, enlazar ni difundir contenido de los periódicos que formen parte de dicha asociación debido a la presión a la que sometieron al gobierno para que incluyera en la Ley de Propiedad Intelectual (Ley Lassalle, reforma de la Ley Sinde) la obligación de pagar un canon a los diarios adscritos por parte de los agregadores de noticias siempre que enlazaran sus contenidos (dicha ley llevó a la desaparición de Google News España).

Podríamos entrar a valorar la ética detrás de dicha ley y sus propulsores, además de la efectividad de la misma, pero eso es algo que dejamos al lector. Sin embargo, es fácil observar que la calidad de las noticias encontradas en los agregadores como Menéame ha caído en picado ya que muchos de los diarios que pertenecen a AEDE cuentan con la mejor infraestructura, medios y profesionales del mundo del periodismo, independientemente de sus cuestionables políticas de empresa o afiliación a una ideología política.

Desde Menéame, tal boicot se ha vendido como una decisión de sus usuarios, frustados por dichas políticas, pero ¿hasta qué punto es esto cierto?

Para averiguarlo, debemos echar la vista atrás, incluso antes del movimiento social del 15-M. Uno de los precursores de dicho movimiento es el #nolesvotes, una iniciativa que pedía abstenerse de votar a aquellos partidos que apoyaban la reforma de la ley sobre la propiedad intelectual (Ley Sinde), que por entonces eran PP, PSOE y CiU. Uno de los propulsores de este movimiento fue Ricardo Galli, uno de los padres de Menéame. La portada del agregador de noticias se llenaba con contenido referente a este movimiento, que sirvió como caldo de cultivo para el 15-M.

Ya con el anteproyecto de ley de la última reforma de la LPI, comenzó a gestarse el boicot a aquellos medios que, de una forma u otra, podrían beneficiarse de la misma, en detrimento de los intereses del propio Menéame. La portada del sitio era constantemente bombardeada con noticias de la evolución de la ley, incluyendo su aprobación (la sesión de las cámaras en la que se aprobaba dicha ley fue seguida en directo por miles de personas). A partir de ahí, noticias sobre las consecuencias de la aprobación de dicha ley, incluyendo el boicot a sus medios, fueron introducidas sistemáticamente en el agregador, con el apoyo de sus creadores, administradores y personas cercanas a la administración (bien personalmente o por contactos previos en una de las secciones de la web, el nótame) con coordinación de votos para que tales contenidos llegaran a portada de la forma más rápida posible y con un alto nivel de karma. El resto lo hicieron usuarios afines a sus políticas y usuarios que querían seguir a la «mayoría».

Las consecuencias de tal boicot llegaron pronto. La mayor de ellas es que tales medios AEDE cuentan con una infraestructura que permiten la difusión de noticias locales que ningún otro medio recoge, por lo que sucesos importantes acontecidos en pequeñas ciudades y pueblos españoles jamás podrían adquirir relevancia en Menéame ya que las noticias, al pertenecer a medios AEDE, eran tumbadas a base de negativos. También, muchos artículos de calidad referentes al mundo del arte y la ciencia eran obviados, en ocasiones llegando a enlazar otros medios y blogs que se limitaban a fusilar el contenido de dichos artículos.

La sensación fue de que los propios usuarios fueron los que decidieron adoptar dicho boicot, incluyendo algunas encuestas de dudosa imparcialidad (ya que estaban enlazadas y comentadas por usuarios de (extrema) izquierda y, en ocasiones, por los propios administradores y afines a la administración con el uso de clones, es decir, usuarios artificiales creados por las mismas personas con el fin de aparentar ser usuarios únicos y que no se les asociara con el hecho).

A pesar de todo, es común encontrarse en Menéame noticias sobre estos medios, a pesar de ser inmediatamente tumbadas gracias a su sistema de negativos, e incluyendo avisos de que se tratan de enlaces a medios AEDE para incentivar el voto negativo de otros usuarios. También se suceden situaciones esperpénticas en las que medios y bitácoras personales que se hacen eco de tales artículos son votadas como erróneas ya que incluyen información (si es que no incluyen el artículo completo) del medio desde el que han copiado y pegado el contenido. Estamos, por tanto, ante una situación de censura y de recortes de la difusión de información, las mismas causas por las que se estableció el boicot a medios AEDE. Y todo en base a los intereses de un pequeño grupo de usuarios que no han sabido (ni han querido) amoldarse a la incorporación de nuevas leyes, independientemente del sentido y sensación de justicia y equidad que emanan. Y sobre todo, estamos ante un caso de manipulación de la «élite» para condicionar la actitud de los usuarios del sitio, que atenta en lo más profundo de la pluralidad de la que presume este agregador de noticias.